Mientras París se desangraba, gente de teatro, políticos y escritores acudían a las reuniones en casa del actor de la Comedie Française François Talma, en las que se combatía el miedo con un humor irónico y mordaz. José Marchena asistió a ellas en el verano de 1793, acompañando a su amigo Riouffe.
«Algunas reuniones conservaban sin embargo sus dulces placeres y distracciones ante la ansiedad creciente. En casa de Talma y de su mujer Julie se podía encontrar a Vergniaud, Riouffe, Lenoir y muchos otros habituales».
Luxembourg. Relatos y confidencias de un viejo palacio, de Louis Favre)