
La calle donde vive Pola, la otra amante de Horacio que solo aparece en los capítulos prescindibles.
Pero Pola no le contestó y caminaron Boul’Mich abajo y Boul’Mich arriba, antes de irse vagando lentamente hacia la rue Dauphine. […] La rue Dauphine de tiza gris, la escalera aplicadamente tizas pardas, la habitación con sus líneas de fuga astutamente tendidas con tiza verde claro.
(Capítulo 64)
—[…] Pola no existe, lo sabés. ¿Dónde está? Mostrámela.
—Sofismas —dijo la Maga, que había aprendido el término en las discusiones de Ronald y Etienne—. No estará aquí, pero está en la rue Dauphine, eso es seguro.
—¿Pero dónde está la rue Dauphine? —dijo Oliveira.(Capítulo 108)