
Calle donde los clochards (vagabundos), últimos compañeros de Horacio en París, recibían un plato de sopa.
La clocharde retiró delicadamente las sucesivas ediciones de France Soir que la abrigaban, y se rascó un rato la cabeza. A las seis había una sopa caliente en la rue du Jour.
(Capítulo 36)