La «École Normale de Musique» está localizada en el corazón de París y registrada como «Espacio Histórico», un hotel particular donado por la Marquesa de Maleissye. Fue fundada en 1919 por el pianista Alfred Cortot y Auguste Mangeot. Desde su inicio ha tenido una gran reputación y por ella han pasado grandes nombres de la música. Entre los profesores de composición, estaba Paul Dukas y es con él con quien Joaquín Rodrigo se inscribe y con quien mantuvo una gran amistad. Dukas le consideraba uno de sus alumnos predilectos; estudió con él durante cinco años.
«Paul Dukas me ha recibido en La Normal ante sus discípulos y vio algunas de mis obras y yo toqué no muy bien («El preludio al gallo mañanero»). Si Vd. me promete no decirlo a nadie, le diré que fue un gran éxito (..). El maestro Dukas ( y esto no lo olvidaré nunca) me dijo : Si mi consejo le merece alguna confianza, no abandone Vd. la música ,»vous pouvez faire quelque chose de bien interesante».
«Ya empiezo a conocer a gente. Me han presentado a Andrés Segovia, Llobet, varios compositores americanos, Pedrel, Ponce, un par de pianistas, dos o tres cantantes y comencé a asistir a las cachupinadas parisienses, muy agradables y en las que siempre se oye algo interesante.»
Cartas de Joaquín Rodrigo a Eduardo López-Chávarri. 10 de noviembre de 1927 / 2 de enero de 1928
«Estoy muy contento, (…) de los resultados que ha obtenido en París en tan pocos meses y me alegro que haya encontrado en Francia un editor y un director de orquesta. Este éxito se lo debe al gran interés que despiertan sus composiciones, mucho más que a mi intervención, que no habría servido de nada si el valor de sus obras no hubiera reforzado su eficacia. Espero que nuestro trabajo en la Escuela Normal haya dado sus frutos y que, a su vuelta, nos traiga páginas y páginas de música encantadora. Reciba un fuerte abrazo con mis mejores deseos de que pase un buen verano. Quizás El Gallo esté en mi casa. Pero no lo oigo desde aquí. Lo dejaremos para la vuelta».
Carta de Paul Dukas a Joaquín Rodrigo, 27 de mayo de 1928.
Auguste Mangeot era además de unos de los fundadores y director de «l’École Musical», el editor de la revista «Le Monde musical» situada en la misma dirección que la Escuela. Gracias a esta revista Victoria Kamhi pianista, y futura esposa de Rodrigo, conoce la música de Joaquín, en concreto la obra «El Preludio al gallo mañanero» para piano, gracias a su amigo Alexander Demetria, también pianista, y compañero de Joaquín.
«¿Cómo se llama tu amigo?, pregunté distraídamente. Es un músico valenciano y se llama Joaquín Rodrigo, no sé de dónde, pero me suena este nombre. ¡Claro tengo en casa una obra suya, magnífica que pienso montar¡ (…) y dirigiéndome al musiquero, saque de él el número del 31 de julio de 1928 de la revista «Le Monde musical» en cuyo suplemento se publicaban unas páginas del «Preludio al gallo mañanero» con una nota explicativa que rezaba así: Con este fragmento, damos una muestra del talento de este músico notable, alumno de Paul Dukas, que no tardará en ser el continuador de Albéniz y de Manuel de Falla, aunque en él la influencia de las melodías populares es menos viva que en sus ilustres compatriotas. Esto no dejó de impresionarme. Oye Alejandro, le dije, este chico vale mucho y deseo conocerle cuanto antes.»
«Se acercaba el verano empezamos a hacer proyectos para pasar una temporada en Salzburgo(…) Expusimos nuestro deseo a M. Mangeot que editaba «Le Monde musical» y tuvimos la grata sorpresa de vernos nombrados corresponsales para los Festivales de aquel verano.»
Victoria Kamhi de Rodrigo: De la mano de Joaquín Rodrigo la historia de nuestra vida