Página Principal

Las huellas de la cultura en español

Boulevard Jourdan

Colegio de España
Boulevard Jourdan 7 E | 75014 | París

Después de una estancia de más de un año en París, Miguel de Unamuno se marcha para Hendaya donde sigue exiliado hasta el final de la Dictadura del general Miguel Primo de Rivera, en febrero de 1930. Desde Salamanca dirige una carta emocionada a Jean Cassou, su amigo traductor y lazarillo en los primeros meses del destierro parisiense y le hace una promesa:

«Volveré a París, pero no ya como desterrado, volveré a París, donde tantos recuerdos y varios aspectos he dejado, volveré a París de Francia» (carta de Miguel de Unamuno a Jean Cassou, 24 de febrero de 1930)

Efectivamente, tiene una tercera oportunidad de volver a la capital francesa en febrero de 1935 cuando ya es un hombre mayor, abatido por las desgracias familiares. Ha aceptado una propuesta del gobierno español y de su embajador en Francia, Juan Francisco de Cárdenas, antiguo estudiante en Salamanca. La intención es que «concurran las más altas representaciones de la vida intelectual española€» a la inauguración del Colegio de España en París a principios de abril, y Miguel de Unamuno figura en primera línea con Ramón Menéndez Pidal, Gregorio Marañón, José Ortega y Gasset y Juan de la Cierva.

Al llegar a París, se aloja en el propio Colegio y aprecia su habitación «mucho mejor que cualquier otro lugar€» pues en Salamanca, desde la muerte de Concha sólo puede dormir «en €œuna celda de monje orientada al norte en la cual no se hace nunca fuego».

El Colegio de España forma parte de los veinte pabellones de la Ciudad Universitaria y su construcción duró unos siete años. El 10 de abril se inaugura en presencia del presidente de la República francesa, Albert Lebrun. Según la prensa española (Ya, El Debate, ABC, Ahora), este Centro español que tiene capacidad para 130 alumnos, una biblioteca con 8000 títulos y costó 8 millones de francos. Por 325 francos mensuales, sus huéspedes disfrutan de una hermosa habitación con servicio, baño y desayuno incluido, pero no se admite a las señoritas. El colegio, un hermoso edificio en forma de H y obra del arquitecto Modesto López Otero recuerda el Palacio de Monterrey de Salamanca y el Monasterio del Escorial.

Unamuno vestido como de costumbre de €œ»su uniforme de civil»€ azul marino con un chaleco cerrado abotonado por detrás, pronuncia su discurso «€œEl destino de España y la universalidad de su habla» el 10 de abril y después de evocar a José Martí, a José Rizal declara que este Colegio español en Francia se ha hecho «para conquistar a franceses al habla española y claro está a que españoles sean a su vez conquistados al habla francesa€».

Durante esta estancia, frecuenta los lugares más emblemáticos de la universidad francesa: La Sorbona, donde está prevista una comida y el Instituto de Estudios Hispánicos, 31 rue Gay-Lussac, en el quinto distrito. El día 12 de abril de 1935 se encuentra en la Embajada de España, 22 avenue Marceau, para celebrar el aniversario de la República.
Finalmente, al volver a España, confiesa:

«Luego, al cruzar, de vuelta a España, la tierra, mollar y verde llamada de la «dulce» Francia€ y contemplar sus arboledas, las vi empenachadas de muérdago druídico. Y me dije que aquellos hombres de Francia francesa, esos del café de Chartres, de París, eran el muérdago, verde y prendido a los árboles arraigados en el patrio suelo secular».

(O.C.E., VIII, 1232)

Progreso en ruta

Miguel de Unamuno