El Arco de Triunfo, al que suele llamar «Arco de la Estrella», se halla cerca del hotel de Miguel de Unamuno y una de las referencias que hace a este monumento es más bien crítica. En abril de 1925, abatido y melancólico, se dirige a los estudiantes españoles en el momento de la vuelta a España de los restos de Ángel Ganivet organizada por la Dictadura y escribe:
«Al escribiros estas líneas dolorosas, aquí, al pie casi del Arco de la Estrella, que dice en piedra victorias -las más mentirosas- de un imperio que trató de domeñar a España, siento como si estuviese trazando mi testamento». (España con honra, N° 23, 30-V-1925)
Sin embargo, el espectáculo de la luna roja y entre neblina, por el hueco formado por el Arco de la Estrella, le recuerda la Montaña Quemada, montón de cenizas de volcán que hay en Fuerteventura, cerca de la Oliva. Le inspira un soneto, y más precisamente este primer cuarteto:
En neblina otoñal se anega el Arco
De la Estrella; semeja enorme duna
Que se horadó para a la roja Luna
Submarina del cielo hacer un marco.
(O. C. E. VIII, 722-723)