
Café aledaño a La Rotonde, uno de los favoritos de Ribeyro en la rive gauche y en el pasado de los más grandes artistas e intelectuales del siglo XX: De Chirico, Man Ray, Picasso, Desnos, Artaud, Prokofiev, Eisenstein, Maïakovski, Anaïs Nin, Henri Miller, Sartre y Beauvoir.
Le gustaba ponerse una gabardina e ir a sentarse en la terraza de cualquier bar parisino, con predilección por la Rotonde o La Coupole, en la avenida de Montparnasse, y pedir una botella de vino a la mesa —algo que ya casi nadie hace—, por lo general un Burdeos, un Saint-Emilion, para irlo tomando lentamente, mirando a la gente y mirando la lluvia.
(Santiago Gamboa, «Prólogo» a La tentación del fracaso, Barcelona, Seix Barral, 2003, p. 13)