
Como tantos escritores franceses —entre ellos su gran amigo Valery Larbaud— y no franceses, Ramón fue cliente asiduo de esta gran librería regentada por Adrienne Monnier, y colaboró en su revista Le Navire d’Argent.
Adrienne Monnier fue pareja de otra librera vecina, Sylvia Beach, la dueña de Shakespeare and Company (hoy existe frente a Notre Dame una librería homónima, fundada ya en la posguerra, por George Whitman), que ha pasado a la historia por ser la editora de Ulysses, de Joyce.