La sinagoga Sukat Šalom es la única en activo actualmente en la capital de Serbia.
Fue construida en los años veinte, entre 1924 y 1926, con un estilo académico y elementos dominantes del neorrenacimiento.
Una placa conmemorativa, en alfabeto cirílico, recuerda el inicio de las obras de la sinagoga:
“En este templo sagrado colocó la primera piedra el caballeroso rey Aleksandar el unificador que Dios guarde en su seno el día 15 de junio del año 1924”
Su interior está organizado como un edificio multifuncional en el que se pueden realizar diferentes tipos de actividades religiosas pero también culturales y educativas. Tiene además oficinas y apartamentos.
Durante la ocupación de Belgrado (1941-44) la sinagoga fue profanada por las tropas nazis.
En sus primeras dos décadas de existencia, la sinagoga Sukat Šalom solo era un lugar de culto para la comunidad religiosa judía del rito askenazi.
Pero tras la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un templo para todas las congregaciones de judíos de Belgrado, incluida la sefardí:
“Hoy en Belgrado, en la liturgia, tenemos mucho ladino que se utiliza para los momentos más sagrados y más importantes de la liturgia (…) Existe todo un libro de oraciones traducido al ladino. Antes el ladino estaba más presente porque la gente no conocía el hebreo, y se utilizaba el ladino para que los oyentes pudieran entender la oración (…) Nos quedaron unas melodías maravillosas, divinas, de mucho encanto, que siguen utilizándose hoy en día en la sinagoga de Belgrado” (Stefan Sablijc (músico) en entrevista con Rutas Cervantes)