
Henri Michaux conoce a Gangotena a través de Supervielle en 1924. Una gran amistad une a los dos jóvenes poetas, que nada llegará a perturbar, ni la publicación de Ecuador (1929), que causará escándalo en Ecuador.
Michaux escribe este texto «que se asemeja más a unas confesiones íntimas que a un verdadero diario de viaje» después de su viaje a la patria de Gangotena con Pardiac de Monlezun en 1927.
Primeras líneas del prefacio: «Un hombre que no sabe viajar ni llevar un diario ha compuesto este diario de viaje. Pero, al momento de firmar, se asusta de golpe, y se tira la primera piedra. Es así».