André Malraux es otro gran amigo que Aub nunca olvida encontrar en cada una de sus estancias parisinas. Antes de ir a ver una exposición o de dar un paseo por la ciudad para admirar sus monumentos blancos por la decisión de Malraux de organizar una limpieza sistemática de los mayores edificios históricos, los dos se dan cita en buenos restaurantes, para boustifailler y compartir reflexiones y proyectos sobre las artes, el cine o la política.
En junio de 1972, Aub encuentra también a Luis Buñuel que está rodando la película «El encanto discreto de la burguesía». Buñuel se ha instalado en el hotel L’aiglon, ubicado en el 232 boulevard Raspail en el barrio de Montparnasse frente al cementerio. El cineasta suele ir a comer en dos o tres restaurantes vecinos: La Coupole ubicado en el 102 boulevard du Montparnasse, La Palette en el 43 rue de Seine y La Closerie des Lilas, en el 171 del boulevard de Montparnasse. Este encuentro será el último, ya que Aub muere poco después, el 22 de julio en México. Comida con Malraux. ¡Helas! Éstas fueron… Tristeza infinita: ¿Seguirá escribiendo? Dice que sí. Lo dudo.
En el restorán, al fondo, Dalí. Dice André Malraux que Skira le publica un capítulo de las Antimemorias y veinte cincuenta metros más allá Luis Buñuel] filmando. Sordo, pero filmando, muy en lo suyo; feliz con una pantalla de televisor que reproduce la imagen que la cámara va grabando, parece un niño: Mira, mira. ¡Y esto sólo lo hay en Francia!
¿Será cierto?
Ya no somos. ¡Salud!
Max Aub, Diarios
Después de todo, por razones algo distintas, París cuenta mucho en nuestras vidas.
Palabras de Max Aub a Luis Buñuel recogidas en el libro Max Aub, Conversaciones con Luis Buñuel