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Las huellas de la cultura en español

Paseo por Montparnasse

El escritor y diplomático chileno Jorge Edwards realiza un paseo por el barrio parisino de Montparnasse, omnipresente en su vida y en su obra, en el marco de la ruta que el Instituto Cervantes le ha dedicado.

Memorias de Embajada

El escritor y embajador de Chile en Francia, Jorge Edwards, conversa con el escritor peruano Fernando Iwasaki sobre sus recuerdos como narrador y diplomático en París en los sesenta y setenta, junto a Pablo Neruda

Cronología

1931: Nace en Santiago de Chile, el 29 de Junio. Sus padres fueron Sergio Edwards Irarrázaval y Carmen Valdés Lira.

1936: Ingresa en el colegio jesuita San Ignacio de Loyola de Santiago.

1950: Comienza la carrera de Derecho en la Universidad de Chile.

1952: Publica el libro de cuentos El patio, Carmelo Soria Impresor, Santiago.

1954: Comienza su carrera de diplomático.

1958: Contrae matrimonio con Pilar Fernández de Castro.

1959: Nace su hijo Jorge. Cursa un posgrado en Ciencias Políticas en la Universidad de Princeton, EE. UU.

1961: Publica en Santiago el libro de cuentos Gente de la ciudad, Editorial Universitaria.

1962: Nace su hija Ximena. Recibe el Premio Municipal de Santiago por el libro Gente de la ciudad y es nombrado Secretario de la Embajada de Chile en París, donde trabajó con el Embajador Carlos Morla Lynch y conoció a Julio Cortázar, Carlos Fuentes y Mario Vargas Llosa.

1965: Publica en Barcelona la novela El peso de la noche, Seix Barral. Recibe el Premio Atenea de la Universidad de Concepción por El peso de la noche.

1966: Recibe el Premio Pedro de Oña por la novela El Peso de la noche.

1967: Publica en Barcelona la novela Las máscaras, Seix Barral.

1969: Publica en Santiago la antología de cuentos Temas y variaciones, Editorial Universitaria.
Nombrado Consejero Cultural de la Embajada de Chile en Lima, Perú.

1970: Recibe el Premio Municipal de Santiago por Temas y variaciones.

1970: Enviado especial en La Habana con la misión de abrir la Embajada de Chile en Cuba. Fue declarado «Persona no grata» por apoyar a los intelectuales cubanos críticos.

1971: Ministro Consejero de la Embajada de Chile en París, donde fue mano derecha del poeta Pablo Neruda, Embajador de Chile en Francia.

1973: Publica en Barcelona el libro de memorias Persona non grata, Seix Barral, obra censurada en Cuba y Chile. Renuncia al servicio diplomático chileno tras el golpe de estado del dictador Pinochet.

1977: Recibe en Barcelona el Premio de Ensayo «Mundo» por Desde la cola del dragón. Publica en Barcelona Desde la cola del dragón, Dopesa.

1978: Publica en Barcelona la novela Los convidados de piedra, Seix Barral. Regresa a Chile y es nombrado académico de la Academia Chilena de la Lengua.

1979: Recibe la Beca Guggenheim para escribir una biografía de Pablo Neruda.

1981: Publica en Barcelona la novela El museo de cera, Plaza & Janés.

1985: Recibe en Santiago de Chile la Orden de las Artes y las Letras de Francia en el grado de Caballero.

1985: Publica en Barcelona la novela La mujer imaginaria, Plaza & Janés.

1987: Publica en Barcelona la novela El anfitrión, Plaza & Janés.

1990: La editorial Tusquets le concede el Premio Comillas de Memorias y Biografías por Adiós, poeta, libro de memorias que publica Tusquets ese año en Barcelona.

1993: Publica en Barcelona el libro de cuentos Fantasmas de carne y hueso, Tusquets.

1994: Recibe el Premio «Atenea» de la Universidad de Concepción por Fantasmas de carne y hueso.

1994: Nombrado Embajador de Chile en París ante la UNESCO.

1994: Recibe el Premio Nacional de Literatura de Chile.

1996: Publica en Barcelona la novela El origen del mundo, Tusquets Editores.

1997: Publica en Santiago las crónicas reunidas en El whisky de los poetas, Editorial Universitaria.

1999: Recibe el Premio Cervantes, máximo galardón de la lengua española. Recibe la Insignia de la Legión de Honor de Francia en el grado de Caballero.

2000: Publica en Barcelona la novela El sueño de la historia, Tusquets. Publica en Barcelona el ensayo Machado de Assis, Editorial Omega. Recibe en Santiago la Orden al Mérito Docente y Cultural «Gabriela Mistral», concedida por el gobierno de Chile.

2003: Publica en Barcelona el libro de ensayos Diálogos en un tejado, Tusquets.

2004: Publica en Madrid la novela El inútil de la familia, Alfaguara.

2005: Recibe el Premio José Nuez Martín por El inútil de la familia. Doctor Honoris Causa por la Universidad de Rennes, Francia. Inauguración de la Biblioteca «Jorge Edwards» del Instituto Cervantes de Mánchester.

2008: Recibe el Premio de Narrativa Iberoamericana Planeta-Casa de América por la novela La casa de Dostoievsky, publicada en Barcelona por Planeta. Publica en Santiago La otra casa: ensayos sobre escritores chilenos, Universidad Diego Portales.

2009: Recibe en Valladolid el Premio de las Letras de la Fundación Cristóbal Gabarrón. Profesor Honorario de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

2010: Nombrado Embajador de Chile en París. Recibe en Madrid el Premio ABC Cultural y Ámbito Cultural El Corte Inglés por su trayectoria literaria.

2011: Publica en Barcelona la novela La muerte de Montaigne, Tusquets. Recibe en Madrid el Premio González Ruano de Periodismo, concedido por la Fundación Mapfre.

2012: Publica en Santiago su libro de memorias Los círculos morados, Lumen.

2013: Publica en Barcelona la novela El Descubrimiento de la Pintura, Mondadori. Presentación de la «Ruta Jorge Edwards», creada por el Instituto Cervantes de París.

La «parisitis» de Jorge Edwards

La vida y la obra de Jorge Edwards giran en torno a dos ejes esenciales. A saber, Santiago y París. Pienso en las continuas ocasiones que ha residido en París por razones profesionales o sentimentales; pienso en sus novelas parisinas como El origen del mundo (1996) o El inútil de la familia (2004), y pienso de manera especial en cómo se las ha ingeniado para exprimir todo el zumo literario posible de tantos chilenos enamorados de París como él mismo, pues por las páginas de Jorge Edwards deambulan Pablo Neruda y Vicente Huidobro, Alberto Blest Gana y Joaquín Edwards Bello, Teresa Wilms y Eugenia Huici de Errázuriz, todos enfermos de París.

La enfermedad de París apareció por primera vez en la obra de Jorge Edwards en «Huidobro y los esclavos de la consigna», un artículo de 1977 compilado en La otra casa (2006) donde apuntó: «otro viejo cronista y escritor chileno, aquejado de la enfermedad de los metecos latinoamericanos, bautizada por él mismo como “parisitis”, mi pariente Joaquín Edwards Bello» (p. 72). Años más tarde, en las vísperas de una de las tantas mudanzas trasatlánticas evocadas en Adiós, poeta (1990) leemos:

Mientras nos despedíamos de París, estábamos seriamente enfermos, Pilar y yo, de esa enfermedad que Joaquín Edwards Bello, muchos años antes, en el París de comienzos de siglo, había definido como «parisitis» (…) Por todos lados nos encontrábamos e intercambiábamos impresiones con gente contaminada por el mismo mal. Julio Cortázar le había contado a Mario Vargas Llosa que en 1958, durante la crisis de la guerra de Argelia que provocó la salida de los tanques a las calles, él estaba obsesionado por el miedo de que destruyeran esa ciudad donde quería morirse. Queríamos morirnos en París, como en los tangos, y el recuerdo de nuestras provincias de origen sólo nos producía el efecto de una momentánea punzada, un interludio melancólico y secreto en medio de la vida cotidiana, marcada siempre por un ritmo nervioso, intenso, devorador (p. 167).

Nada más comenzar el siglo XXI Jorge Edwards regresó a París para constatar que su mal era endémico: «Ahora he llegado a París una vez más, arrastrado por mi “parisitis” más o menos incurable, enfermedad antigua, en apariencia anticuada, pero que por lo visto se renueva por generaciones» (Diálogos en un tejado, 2003, p. 142). Y como la sarna con gusto no pica, decidió dedicarle una novela al tío Joaquín, doctor en la materia: «Tu enfermedad de París, de la “cara Lutecia” de Rubén Darío, tu “parisitis”, como tú mismo la habías bautizado, era superior a tus fuerzas. Era un abismo mental, una pasión abisal, un vértigo». (p. 184)

El París de Jorge Edwards tiene texturas sensuales, olores hechiceros, sabores exquisitos, sonidos enervantes e imágenes memorables, como puede apreciar cualquiera que se deje arrastrar por sus descripciones de los alrededores de la iglesia de Saint-Sévérin, sus pesquisas en el Mercado de las Pulgas del Village Suisse, sus excursiones gastronómicas por la Rue de Montorgueil, sus demoradas caricias sobre las encuadernaciones de alguna rarísima edición princeps o sus festines fetichistas por las casas, tumbas y bistrots de sus escritores favoritos.

Leer a Jorge Edwards supone contraer la «parisitis».

El caminante de París

Nací en una casa francesa más o menos descalabrada del centro de Santiago, en el sector afrancesado de la ciudad, cerca del Palacio de Bellas Artes, imitación fiel del Petit Palais de París, y antes de viajar a Francia por primera vez ya había leído a Julio Verne, a Charles Baudelaire y Jean-Arthur Rimbaud, a Marcel Proust, Jean-Paul Sartre y Albert Camus. En el Teatro Municipal de Santiago había visto una versión chilena de La folle de Chaillot, de Giraudoux, y había soñado con ese París de las catacumbas dominado por el personaje.

Llegué a la ciudad desde Chile en mayo de 1960, y creo que la ciudad real coincidió con mis sueños, o los modificó y prolongó a su manera. He explorado París en su literatura, hasta la saciedad, y no dejo de explorarlo y descubrirlo cada día. Amo el París fantasmal y las maravillosas nubes baudelairianas. Me pierdo en los laberintos pictóricos de La obra maestra desconocida, de Honorato de Balzac, y sigo a Lucien de Rubembré, con sus botas recién lustradas y salpicadas por el barro.

Comprendo a Oscar Wilde en su exilio, para quien la muerte de Lucien fue el día más triste de la vida, y a Samuel Becket en sus peregrinaciones nocturnas. Acompañé muchas veces a Pablo Neruda por los muelles de la Ile Saint-Louis y por los senderos dominicales del Mercado de las Pulgas. Llegué tarde al Montmartre de Vicente Huidobro, pero inventé su departamento de la calle Victor Massé en una de mis novelas, y mencioné al poeta vendado, trepanado al cloroforme, y a su señora de gruesas perlas en el escote. Y coloqué El origen del mundo en el ángulo neurálgico del Boulevard de Montparnasse, el Boulevard Raspail y la rue Delambre, en la época pretérita en que Giacometti, los emigrados rusos y los poetas sudamericanos iban al Dôme antiguo.

París ha sido para mí una larga historia, muchas veces una fiesta, y algo así como una procesión pascual que se repite.

Jorge Edwards. París, 24 de abril de 2013.

Itinerario

Los pasos de Jorge Edwards por París han sido resumidos en una Ruta Cervantes de 14 puntos, un itinerario que transcurre en casi su totalidad por la ribera izquierda de la capital francesa.

La ruta incluye otros cuatro puntos, fuera del itinerario sugerido, ubicados en la orilla derecha de la ciudad.

El recorrido propuesto comienza en la Embajada de Chile, en una selecta zona, en la que se localizan hasta tres puntos de la ruta, la vivienda de Edwards en los años sesenta y el Village Suisse, mercado de arte y antigüedades en el que el escritor tuvo que realizar un complicado encargo para Pablo Neruda.

Estos tres puntos pueden ser visitados fácilmente a pie. Se encuentran distantes en un kilómetro, desde la Embajada al tercero, el Village, y el paseo es realmente agradable por las vistas de los Campos de Marte, la Torre Eiffel y la Escuela Militar, lugares que se circundan.

Para llegar al cuarto punto de la ruta, el cementerio de Montparnasse, se recomienda tomar un medio de transporte ya que dista en varios kilómetros desde el Village Suisse, el tercer y último punto de la zona inicial del recorrido.

Una vez en el cementerio, los cuatro siguientes puntos están ubicados a escasas decenas de metros los unos de los otros por lo que se recomienda realizarlos caminando, el modo de visita para el que están concebidas las rutas. En esta zona de Montparnasse se ubican cinco de los puntos de la ruta, del cuarto al octavo.

La brasserie la Coupole, marca el fin del trayecto por Montparnasse. El siguiente lugar, la antigua librería La Hune, se ubica en el vecino barrio de Saint-Germain, cuyo corazón, que simboliza otro punto de la ruta, la Iglesia de Saint-Germain, se encuentra distante a alrededor de ochocientos metros de la Coupole.

Desde allí y siguiendo la calle Bonaparte en dirección al Sena se llega a uno de los muelles del Sena desde el cual se accede al siguiente punto, aislado del resto, el Museo de Orsay.

Después, se recomienda seguir el muelle en dirección a Notre Dame, al este, para alcanzar los tres últimos puntos de la ruta, la estación de metro de Saint-Michel, que se ubica en una plaza muy conocida a la que nos conduce el paseo fácilmente y la Iglesia de Saint-Severine, a la que se accede desde la misma plaza Saint-Michel por una calle estrecha, la Huchette, plagada de restaurantes turísticos que el propio Edwards describe en una de sus obras.

Desde allí será preciso regresar a las orillas del Sena para tomar uno de los puentes que conectan la orilla izquierda, la «rive gauche», con la isla Saint-Louis. Por la belleza del paseo y la vistas de Notre Dame y de los «bouquinistes» (libreros del Sena) se recomienda tomar el Puente del Archevêque en particular, para llegar a este islote en el que se encuentra el último punto de la ruta, el hôtel Le Charron.

De los puntos fuera de ruta el más distante es la Casa de Radio France, al Oeste de la ciudad. Dos puntos, el Bus Palladium y la antigua casa de Huidobro, se encuentran separados sólo por unos escasos metros. Otro punto aislado pero en el centro de París es la calle de Montorgueil, muy agradable por su carácter peatonal y las tiendas de alimentación que le dan un gran sabor tradicional.

Bibliografía

Jorge Edwards

1990: Adiós, poeta, Tusquets Editores, Barcelona.
1996: El origen del mundo, Tusquets Editores, Barcelona.
2003: Diálogos en un tejado, Tusquets Editores, Barcelona.
2004: El inútil de la familia, Alfaguara, Madrid.
2006: La otra casa. Ensayos sobre escritores chilenos, Ediciones de la Universidad Diego Portales, Santiago.
2013: Los círculos morados. Memorias I, Lumen, Madrid.

Francisca Noguerol

1998: «De parisitis y rastacuerismo: Rubén Darío en Francia», en Rubén Darío: estudios en el centenario de Los raros y Prosas profanas [García Morales, editor], Universidad de Sevilla, Sevilla, pp. 165-188.

Mario Vargas Llosa

2006: Diccionario del amante de América Latina, Paidós, Barcelona.
2012: «Jorge Edwards, cronista de su tiempo» en Letras Libres # 132, Madrid.

Inicio:
Embajada de Chile
Fin:
Estudio (Hotel Le Charron)
Iniciar ruta .

Jorge Edwards

«La parisitis de Jorge Edwards»

Escritor (1931-2023)

La vida y la obra de Jorge Edwards giraron en torno a dos ejes esenciales. A saber, Santiago y París según el autor de la ruta, el también escritor Fernando Iwasaki, que afirma que leer a Jorge Edwards «supone contraer la parisitis».

Autor de ruta: Fernando Iwasaki

Paseo por Montparnasse

Memorias de Embajada


Jorge Edwards en París

Jorge Edwards

Embajada de Chile

Lugar # 1 | Avenue La Motte Picquet 2 | 75007 | París

Edwards fue nombrado en 2010 embajador de Chile en Francia. En esta legación diplomática fue secretario cuando el embajador era Pablo Neruda, en 1971.

Residencia (Las máscaras)

Lugar # 2 | avenue Bosquet 11 | 75007 | París

«En ese lugar, en horarios extravagantes, escribí los cuentos de <em>Las máscaras</em>» (Jorge Edwards)

Mercado del Village Suisse

Lugar # 3 | Avenue Sufren 78 | 75015 | París

En una de sus visitas más recordadas a este mercado de arte y antigüedades, Edwards adquirió para Pablo Neruda unos tambores británicos.

Cementerio de Montparnasse

Lugar # 4 | Boulevard Edgar Quinet 3 | 75014 | París

En este cementerio solía visitar la tumba de Baudelaire, enterrado debajo de su madre y de su padrastro, el general Aupick.

Ediciones Albin Michel

Lugar # 5 | rue Huyghens 22 | 75014 | París

La casa editorial francesa editó los primeros libros de un joven Jorge Edwards, pero no se decidió a publicar <em>Persona non grata</em>.

Rue Delambre

Lugar # 6 | rue Delambre | 75014 | París

Edwards considera esta calle de rancia bohemia —frecuentada por Modigliani, Hemingway, Man Ray, Henry Miller y Vallejo— como un hito esencial en su cartografía literaria de París. Los latinoamericanos la llamaban «Del Hambre».

Le Dôme

Lugar # 7 | bd Montparnasse 108 | 75014 | París

Este centenario café-restaurante ubicado en un vértice de mitologías es uno de los lugares que aparecen en <em>El origen del mundo</em> y las memorias de Jorge Edwards.

La Coupole

Lugar # 8 | bd Montparnasse 102 | 75014 | París

Jorge Edwards compartió la bohemia de «La Coupole» con Sartre, Beckett, Ionesco, Buñuel, Cortázar, Neruda o Matta.

Librería La Hune

Lugar # 9 | boulevard Saint-Germain 170 | 75006 | París

Envuelta en un pasaje de humor negro, la célebre librería de Saint-Germain es citada en <em>El origen del mundo</em>.

Iglesia de Saint Germain

Lugar # 10 | Place Saint-Germain-des-Prés 3 | 75006 | París

En <em>El origen del mundo</em>, el autor ensalza «la sencillez medieval, teológica» del templo, símbolo del barrio de Saint-Germain-des-Prés.

Museo de Orsay

Lugar # 11 | rue de la Légion d'Honneur 1 | 75007 | París

La pinacoteca aparece en la novela de Jorge Edwards <em>El origen del mundo</em>, cuyo título es un homenaje al mítico y polémico cuadro de Gustave Courbet.

Estación de metro Saint-Michel

Lugar # 12 | Place Saint-Michel, | 75006 | París

Edwards fue testigo en primera persona de la efervescencia estudiantil de Mayo del 68.

Iglesia de Saint-Sévérin

Lugar # 13 | rue des Prêtres Saint-Séverin 1 | 75005 | París

El templo y el ambiente de la vecina rue de la Huchette, en el corazón turístico del barrio latino, son escenarios de <em>El origen del mundo</em>.

Estudio (Hotel Le Charron)

Lugar # 14 | quai de Bourbon 15 | 75004 | París

En un estudio asomado al patio de este histórico edificio, monumento nacional de la Isla de Saint-Louis, Edwards terminó de escribir <em>El sueño de la historia</em> en el año 2000.

Antigua residencia de Huidobro

Fuera de ruta A | rue Victor Massé 41 | 75009 | París

Vicente Huidobro vivió en París en el número 41 de la rue Victor Massé, lugar mítico que aparece hasta en tres libros distintos de Jorge Edwards.

Bus Palladium

Fuera de ruta B | Rue Pierre Fontaine 6 | 75009 | París

El Bus Palladium fue uno de los lugares donde Jorge Edwards y sus amigos se divertían bailando durante la alta noche de París, porque no todo iba a ser cafés, tertulias y librerías.

Maison de Radio France

Fuera de ruta C | avenue du Président Kennedy 116 | 75016 | París

Jorge Edwards conoció a Mario Vargas Llosa en los Estudios de Radio Francia, cadena en la que ambos participaban en una tertulia literaria.

Rue Montorgueil

Fuera de ruta D | rue Montorgueil | 75002 | París

Jorge Edwards realiza en una de sus obras una hermosa viñeta de los domingos en la Rue de Montorgueil.

La anécdota

Durante su primera residencia en París, Edwards trasnochaba en el Bus Palladium, un enorme galpón oscuro situado en la subida de Montparnasse, donde fui más de una vez en compañía de Enrique Lihn, de Gatón Soublette, entonces agregado cultural de la embajada, de Martine Barat, ciudadana egregia de Montparnasse y del Barrio Latino, de Maritza Gligo, que era, por encima de cualquier cosa, musa, y que tenía una cuerda completamente insuperable, a bailar en forma descoyuntada, desaforada, hasta muy altas horas de la noche, lugar en el que probablemente transcurrió la siguiente escena narrada por Vargas Llosa: «Jorge Edwards era un joven tímido, educadísimo y tan futre un pije, dicen los chilenos que daba la impresión de conservar el saco y la corbata hasta en el excusado y la cama. Había que intimar mucho con él para tirarle la lengua y descubrir lo mucho que había leído, su buen humor, la sutileza de su inteligencia y su inconmensurable pasión literaria. Sin embargo, de pronto, en el lugar menos aparente y dos whiskies mediante, se trepaba a una mesa e interpretaba una danza hindú de su invención, elaboradísima y frenética, en la que movía a la vez manos, pies, ojos, orejas, nariz y, estoy seguro, otras cosas más. Después, no se acordaba de nada».

La sugerencia

Se sugiere visitar la calle Delambre o «del hambre», como fue rebautizada jocosamente por la bohemia latinoamericana y española, esa arteria del barrio de Montparnasse en cuyos modestísimos hoteles como el Lenox o el Odessa, frecuentados por César Vallejo, se alojaron en el pasado algunos de los escritores y artistas más reputados del siglo XX. En el número 11 de la calle conviene echar una ojeada al antiguo bar de jazz Rosebud, abierto en 1962, año en el que Edwards llegó a París, y que fue refugio nocturno del escritor chileno así como de Carlos Fuentes, de Bryce Echenique pero también de Simone de Beauvoir.

La esquina «metafísica» de calle Delambre con el boulevard de Montparnasse, barrio por en el que transcurre la mayor parte de la ruta de Jorge Edwards, es un excelente punto de partida para un paseo por algunos de los lugares más emblemáticos de la ruta, muy próximos, como el restaurante Le Dôme o el vecino cementerio de Montparnasse.