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Las huellas de la cultura en español

Lugares parisinos de Balenciaga

Paseo por algunos de los lugares de la vida en París del modisto Cristóbal Balenciaga, que recoge el sitio web Rutas Cervantes.

«Maestro de maestros»

Entrevista a Pamela Golbin, del Museo de Artes decorativas de París.

Cronología

1895: Cristóbal Balenciaga Eisaguirre nace el 21 de enero en Guetaria, Guipúzcoa, España.

1912: Primer viaje a París, enviado por la Marquesa de Casa Torres para conocer el trabajo de costureros como Poiret, Reboux y Cheruit.

1913: Entra a trabajar en los Almacenes del Louvre de San Sebastián donde es nombrado al poco tiempo jefe de taller.

1914: Primer viaje a París como comprador de modelos de costura que serían luego adaptados al gusto de sus clientas españolas.

1915: Apertura de su casa de costura en San Sebastián, España.

1931: Declive del negocio a causa de la caída de la monarquía española.

1934-35: Apertura de los talleres y tiendas en Madrid, en la calle Caballero de Gracia, y en Barcelona, en la calle Santa Teresa.

1936: Con el estallido de la Guerra civil española Balenciaga deja España y pone rumbo a Londres.

1937: Registro en París de la sociedad «Balenciaga» junto a sus socios Nicolás Bizcarrondo y Wladzlo d’Attainville y apertura de los salones de la Avenida George V.

1945: Participación en la exposición El Teatro de la Moda en el Museo de Artes Decorativas de París.

1946: Lanzamiento de su primer perfume Le Dix.

1948: Encarga la decoración de la tienda a Christos Bellos y lanza su segundo perfume La Fuite des Heures. Muerte de Wladzlo d’Attainville en Madrid.

1951-1968: Janine Janet crea los innovadores escaparates de la boutique.

1956: Ruptura con el calendario oficial de desfiles.

1958: Es nombrado Caballero de la Legión de Honor por el Gobierno francés por su contribución a la moda.

1959: Crea el vestuario de Madame Weissweiller para la pelicula El Testamento de Orfeo de Jean Cocteau.

1968: Diseña los uniformes para las azafatas de Air France.

1971: Ultima aparición pública en el funeral de Coco Chanel.

1972: Realiza su último encargo, el vestido de novia de la futura Marquesa de Cádiz, nieta del General Franco. Muere en Jávea, Alicante (España), el 24 de marzo. Es enterrado en Getaria.

En París

En el misterio Balenciaga, París es, al mismo tiempo, incógnita y solución de la ecuación. Un misterio a base de sobriedad, exigencia, elegancia y de un cierto misticismo, una idea de la discreción y del hermetismo que acaparaban todos los aspectos de su vida personal y profesional.

Un hombre espiritualmente perteneciente a un tiempo perdido, como el de Proust y que el historiador francés Daniel Halévy identificaría como el del fin de los notables. Un costurero exiliado de la Belle Époque que cerrara su taller en 1968, ¿una coincidencia?

Maestro de aguja y dedal, completamente ajeno al incipiente pret-à-porter, Balenciaga fue el modisto y cómplice de la alta burguesía cuya sociología sería completamente convulsionada en la segunda mitad del siglo XX.

Con él viajamos desde su puerto pesquero natal, anclado entre las montañas y el Cantábrico, al palpitante París de los años veinte, agitado por las Vanguardias, que le adoptará y sobre el que reinará durante cuatro décadas.

París es, hasta el crack del 29, el epicentro mundial de la moda. La alta costura es una industria floreciente que cuenta con más de medio millón de trabajadores en una capital en la que proliferan los talleres y gobiernan modistos como Lanvin, Schiaparelli y Vionnet, octogenaria creadora de la técnica del bies que tanto le fascinaba y una de sus principales amigas y fuentes de inspiración.

A partir de 1912 el joven modisto visita regularmente París buscando la inspiración y el estudio de los modelos que adaptará y ofrecerá en sus boutiques españolas. Boutiques que se harán definitivamente francesas con el estallido de la Guerra Civil y el traslado y la creación de la sociedad Balenciaga en París en 1937.

Una ciudad y una dirección, el 10 de la avenida George V, en pleno corazón de esta isla urbana que los parisinos llaman el Triangle d’or y en la que actualmente todos los grandes de la moda están presentes.

En el tercer y cuarto piso se repartían los grandes salones, el estudio y los talleres de costura. Todas las mañanas acudía desde su apartamento en el 28 de la avenida Marceau a este taller/monasterio con su propia Regla, extremadamente jerarquizado, que daba trabajo a cientos de personas y que llegaría a ser la casa de costura parisina con el mayor número de empleados y los mejor remunerados.

A su amigo Joan Miró: «tienes suerte porque para crear una obra de arte te basta contigo mismo. Yo necesito quinientas personas…».

En la década de los cuarenta y los cincuenta Coco Chanel desde su mítica sede de la rue Cambon y Christian Dior, desde la vecina Avenue Montaigne, pondrán en jaque la supremacía de Balenciaga. Tres revolucionarios con enfoques vitales y creativos prácticamente opuestos. Los primeros mundanos y exuberantes y el segundo espiritual, buscador de atemporalidad, rigor y pureza de formas. Una doble paradoja, entre la alta sociedad con sus fiestas y ceremoniales y una forma de reclusión; entre la frivolidad de un mundo superficial y un hombre recio que encontraba en él su transcendencia.

La alta costura es una gran orquesta que solo Balenciaga sabe dirigir, todos los demás creadores simplemente seguimos sus indicaciones
Christian Dior

Balenciaga vive en esta sociedad de opulencia cuyos nombres ilustres son Pauline de Rothschild, Gloria Guiness, Bettina Ballard, Carmel Snow, la Marquesa de Llanzol… pero se mueve en ella con su habitual prudencia y discreción. A principios de los años cincuenta el misterio que le rodeaba era tal que en París corre el rumor de que no existe.

Un hombre profundamente religioso (todas las mañanas acudía puntualmente a la misa de Saint Pierre de Chaillot), de temperamento intransigente y secreto. Su París también lo es, lo cual no facilita el estudio de su topografía.

El París de Balenciaga está muy lejos del de la Bohemia, del existencialismo y los Grandes Bulevares. Sociología y geografía se confunden en los barrios de la capital, la orilla izquierda, los muy aristocráticos y burgueses distritos VII y VIII.

Trayectoria de Balenciaga

A mediados del siglo pasado la industria vestimentaria francesa empleaba a cerca de medio millón de personas. En el resto del mundo existía también una industria floreciente pero tomaba sus referentes y se alimentaba de los productos parisinos. En ese momento un creador español logró hacerse rápidamente un hueco gracias a una trayectoria ya extensa en España avalada por una clientela aristócrata e internacional.

Cuando vemos todos los documentos en blanco y negro con el maestro y sus aprendices ataviados con blusas blancas sentimos nostalgia de un tiempo pasado, no necesariamente mejor, pero sí lleno de un glamour y una solemnidad que hoy se nos antojan casi ingenuos.

La figura del modisto con su alfiletero ha evolucionado para dar paso a un nuevo concepto, el del estilista global o creador/empresario que debe ser capaz de controlar hasta el más mínimo detalle de la imagen de una marca y aunar visión creativa y comercial en cada una de sus decisiones.

Hoy lo que importa son los resultados, cuanto más rápidos y evidentes mejor. Los grandes grupos económicos han tomado las riendas de la mayor parte de las casas de costura no solo parisinas sino mundiales y el marketing y la estrategia empresarial han suplantado a los cuadernos de bocetos. Los primeros pasos de una colección son los gráficos de los objetivos empresariales y luego ya vendrán los tejidos que vestirán estos objetivos. Si el creador empleado no alcanza los resultados impuestos a corto plazo pronto será remplazado por otro comercial que lo hará en su lugar.

Es difícil imaginar a Cristóbal Balenciaga en reuniones de empresa estableciendo estrategias comerciales e igual de difícil se nos hace imaginar un creador actual capaz de pasar horas delante de un modelo perfeccionando la caída de una manga o desmontando completamente un traje poco antes el desfile porque no es lo suficientemente perfecto.

En la moda actual todo es apariencia, lo principal es ante todo ser llamativo y seducir. Algunos de sus contemporáneos también buscaban captar la atención del público de la alta costura a base de golpes de efecto pero Balenciaga fue un revolucionario que supo imponer su doctrina discretamente. Buscaba la esencia de una prenda, sin adornos ni artificios, cada botón, cada pliegue tenia su razón de ser, fruto de un proceso de síntesis que producía piezas arquitectónicas y arquetipos de siluetas innovadoras. Si la mujer debía permanecer de pie para llevar sus creaciones así tenía que ser. Balenciaga perseguía la creación pura a través de un proceso minucioso y sin ningún tipo de concesiones. Mantuvo toda su vida una filosofía basada en la austeridad, el rigor y el respeto de sus convicciones como los marineros de su Getaria natal.

Cuesta encontrar hoy en día ejemplos de creadores que inspiren tanta admiración y respeto. Durante tres décadas estuvo en lo más alto y fue considerado un verdadero maestro para el resto de los creadores que alababan la seriedad y coherencia de su trayectoria profesional, la dedicación, el tesón y la búsqueda de la perfección absoluta en cada colección. Una estética bien definida que no necesitaba romper cada temporada con lo anterior sino una evolución mesurada. La afirmación de un estilo.

Hoy nos cuesta comprender como una revolución técnica y estilística como la que llevó a cabo en sus volúmenes, colores y tejidos puede hacerse desde la discreción y, sobre todo, como la llevó a cabo como un lema durante sus tres décadas de creación. Siempre hablamos de un hombre reservado que no se prodigaba en actos públicos y esto contrasta con la mediatización de los creadores actuales obligados a convertirse en imagen y casi un producto de consumo más dentro del catálogo de la casa. Hay que vender y multiplicar el número de apariciones porque cuantas más referencias en prensa o entradas en Google nos remitan a una firma mejor. Hoy en día la figura del creador vende tanto como sus productos.

Cristóbal Balenciaga navegó en su vida y en su trabajo con rumbo fijo y sin escalas. Cuando vio los primeros acantilados, el paso del tiempo y que el viento cambiaba de dirección prefirió hundirse con su navío como buen capitán.

Itinerario

Nuestra ruta sugiere un itinerario que recomendamos teniendo en cuenta la geografía de París y tras haber realizado a pie el recorrido, pero la ruta puede ser realizada partiendo de distintos puntos y siguiendo diversos caminos de acuerdo a la planificación, el interés o el tiempo del que se disponga o que se le quiera consagrar.

El itinerario que se sugiere es fácil de realizar a pie, y si se limita a un paseo que no incluya visita de los museos, iglesias o boutiques que incluye, se puede realizar en una sola jornada. Por la escasa distancia existente entre los puntos no es necesario tomar el metro u otros transportes para desplazarse entre la mayoría de ellos.

La primera parte de la ruta, la más amplia, discurre entre puntos muy cercanos entre sí, distantes a escasas decenas de metros, centenas a lo sumo, porque la vida de Balenciaga transcurría en una pequeña zona del octavo distrito de París, en el que se ubicaban principalmente su casa, la iglesia a la que iba todos los días y su boutique-taller.

Nuestro recorrido comienza en la iglesia Saint Pierre de Chaillot, situada en la parte alta de la avenida Marceau, no muy lejos del Arco del Triunfo. Descendiendo la célebre avenida en dirección al río, a la izquierda, dos números más abajo de la esquina de Marceau con la avenida Pierre premier de Serbie, se encuentra la antigua residencia de Cristóbal Balenciaga, en el número 28, aunque algunas fuentes mencionan que residía en el número 30, en la llamada «casa de las serpientes», por un motivo de su entrada.

El tercer punto del orden sugerido en nuestro itinerario es el museo de moda de la ciudad de París, el museo Galliera que se encuentra parcialmente cerrado por obras hasta la primavera de 2012. El lugar se encuentra en el número diez de la avenida con la que hace esquina la antigua vivienda de Balenciaga, Pierre premier de Serbie, caminando en dirección hacia la Avenida del Presidente Wilson.

Para acceder al cuarto punto de la ruta, es preciso descender en dirección al Sena, a esa misma avenida del presidente Wilson, a la cual se puede llegar por la calle Galliera, del mismo nombre que el museo de la Moda.

Una vez en la avenida se puede acceder por varias pequeñas calles, Debrousse o de Saint-Paul, o desde la parte trasera del Palais de Tokyo, a la fundación Mona Bismarck que se encuentra en la avenida de Nueva York, que da nombre a esta parte de la orilla del río Sena.

A escasos cien metros, en dirección al vecino puente de l’Alma, en sentido contrario a la Torre Eiffel, se llega a la plaza de l’Alma, que se reconoce por una estatua de una antorcha colocada sobre el túnel. Tomando desde allí la avenida George V, una de las que parte desde este lugar en dirección a los Campos Elíseos, se llega por la acera de la izquierda a la boutique de Givenchy que se encuentra casi enfrente de la actual boutique de la marca Balenciaga y del antiguo taller del modisto, en el tercer piso, de ese mismo edificio.

El siguiente lugar del recorrido es la iglesia de la Madeleine, que dista un kilómetro y medio aproximadamente, y a la que se sugiere acceder a pie tomando la avenida de los Campos Elíseos y girando a la izquierda en la plaza de la Concordia.

La iglesia, en la que se celebran habitualmente funerales de grandes figuras, está muy cerca de la Plaza Vendôme, en la que se ubican dos puntos de la ruta, el hotel Ritz y la boutique Elsa Schiaparelli, a seis números tan sólo del célebre establecimiento.

Desde la plaza Vendôme se puede tomar la calle Rivoli, yendo en dirección hacia el jardin de las Tullerías, en cuyo número 107, en el complejo de edificios del Louvre, se ubica el último punto de nuestro itinerario, el museo de las Artes decorativas.

Bibliografía

Libros

Balenciaga, de Jacqueline Demornex y Marie-Andrée Jouve, Editions du Regard, 1988

Balenciaga, de Lesley Ellis Miller, Londres, V and A Publications, 2007

Balenciaga Paris, de Pamela Golbin, Ed Thames and Hudson, Paris, 2006

Desvistiendo el siglo XX, de Inmaculada Urrea, Ediciones Internacionales Universitarias, 1999

A century of fashion, de François Baudot, Thames and Hudson, 1999

Cristóbal Balenciaga. La forja del Maestro (1895-1936), de Miren Arzalluz, Nerea, 2010

Balenciaga, Marie-Andrée Jouve, Ediciones Polígrafa 1997

Vídeos

Balenciaga, el legado de un mito, de Enrique Portocarrero y Josu Venero. 54’29» España, 2008

Balenciaga, itinéraire d’un visionnaire (itinerario de un visionario), de Oskar Tejedor, 52′, Francia/España, 2009

Inicio:
Iglesia Saint Pierre de Chaillot
Fin:
Museo de las Artes decorativas (Arts décoratifs)
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Balenciaga

«El maestro de todos nosotros (Dior)»

Diseñador de moda (1895 - 1972)

París fue la ciudad en la que Balenciaga despuntó a nivel internacional y que acogió su gran casa de moda, la casa de costura parisina con el mayor número de empleados y los mejor remunerados durante muchos años. Un hombre misterioso y hermético cuya ruta vital transcurrió diariamente entre su casa, una iglesia y su casa de alta costura.

Autor de ruta: Nacho Ormaechea

Lugares parisinos de Balenciaga

«Maestro de maestros»


Balenciaga en París

Balenciaga

Iglesia Saint Pierre de Chaillot

Lugar # 1 | Avenue Marceau 31 | 75008 | París

Creyente católico, Balenciaga visitaba al menos una vez al día esta iglesia para ir a rezar .

Antigua residencia de Balenciaga

Lugar # 2 | Avenue Marceau 28 | 75008 | París

A dos pasos del templo, la vivienda, ubicada en el selecto octavo distrito, completaba el triángulo cotidiano «iglesia-boutique-casa» de la vida del diseñador, muy reservado.

Museo Galliera de la moda

Lugar # 3 | Avenue pierre premier de Serbie 10 | 75016 | París

El Museo de la Moda de la Ciudad de París, alberga varias creaciones del modisto en sus fondos. Cerrado por obras. Reabre en la primavera de 2012.

Fundación Mona Bismarck

Lugar # 4 | Avenue de New York 34 | 75016 | París

Residencia de Mona Bismarck y actual sede de su fundación. La americana fue la clienta más importante de Balenciaga y una de sus pocas amigas.

Boutique Givenchy

Lugar # 5 | Avenue George V 3 | 75008 | París

Givenchy y Balenciaga nunca trabajaron juntos y en sus comienzos Balenciaga nunca quiso recibirlo pero en 1968, al cerrar su negocio, le envió a todas sus clientas.

Maison Balenciaga

Lugar # 6 | Avenue George V 10 | 75008 | París

En la planta baja se vendían complementos y perfumes. En los pisos superiores se encontraban los salones, el estudio y los talleres de costura.

Iglesia de la Madeleine

Lugar # 7 | Place de la Madeleine | 75008 | París

Lugar de la última aparición pública de Balenciaga, en enero de 1971, durante el funeral de su amiga Coco Chanel que lo calificó como «el único costurero».

Hotel Ritz

Lugar # 8 | Place Vendôme 15 | 75001 | París

Para Balenciaga este hotel de lujo era el lugar de encuentro con amigas como Gabrielle Chanel y clientas excepcionales como Claudia Heard de Osborne.

Boutique Elsa Schiaparelli

Lugar # 9 | place Vendôme 21 | 75001 | París

Boutique en la Plaza Vendôme de Elsa Schiaparelli, una de sus más fieles clientas y referencia de Balenciaga en sus primeros tiempos.

Museo de las Artes decorativas (Arts décoratifs)

Lugar # 10 | rue de Rivoli 107 | 75001 | París

En 2006 este museo organizó la mayor retrospectiva sobre el trabajo del modisto español.

Antigua sede de Air France

Fuera de ruta A | Sq. Max Hymans 1 | 75014 | París

Balenciaga pensaba que sólo la alta costura permitía la creación pero en 1969 aceptó diseñar los nuevos uniformes de las azafatas de Air France.

Antiguos Grandes Almacenes del Louvre

Fuera de ruta B | place du Palais Royal 2 | 75001 | París

Balenciaga realizó sus primeros viajes a París para comprar en estos grandes almacenes hoy en día desaparecidos.

Cámara de la Alta Costura

Fuera de ruta C | rue du faubourg Saint-Honoré 100 | 75008 | París

En 1956 Balenciaga sale del calendario oficial de desfiles y dimite de este organismo para evitar copias y ganar en visibilidad.

Galería Maeght

Fuera de ruta D | | | París

Marguerite Maeght fue una de las grandes figuras del arte junto a Braque, Picasso o Miró que formó parte del cerrado círculo de amistades del modisto.

Museo de la Legión de honor

Fuera de ruta E | rue légion d'Honneur 2 | 75007 | París

Panteón de los grandes nombres y eventos que han marcado la historia de Francia. Balenciaga fue nombrado caballero de la Legión de Honor.

Tribunal de Comercio del Sena

Fuera de ruta F | boulevard du Palais 1 | 75004 | París

Con un capital inicial de 100.000 francos, Balenciaga registró aquí la sociedad «Balenciaga» el 7 de julio de 1937.

La anécdota

Durante más de tres décadas, la vida diaria de Balenciaga en París transcurrió por un trayecto a pie de quinientos metros, sumando la ida y la vuelta, que iba desde su casa a su boutique- taller con, «al menos», una escala al día, en la vecina Iglesia de Saint Pierre de Chaillot. El triángulo hermético de un hombre de pocas palabras, protector de su privacidad, que concedió una sola entrevista en su vida, y ya retirado, en 1971.

La sugerencia

Visitar los Museos de la Moda y el Museo de Artes Decorativas que cuentan en sus fondos y archivos con diseños del modisto así como con creaciones de los grandes costureros del siglo XX, muchos de ellos antecesores, coetáneos y admiradores del diseñador vasco.

El museo de Artes decorativas tiene más de cien años y organizó en 2006 la muestra más importante sobre la obra del creador de Getaria. Este museo de la Moda y textil conserva actualmente 16.000 trajes desde el siglo XVIII a nuestros días. La colección es una de las más importantes del mundo junto a la del museo Galliera.