Fue la clienta más importante de Balenciaga y una de las pocas que fue también su amiga. Tras un accidente ferroviario que destruiría parte de su guardarropa, Bismarck encargó 150 modelos a Balenciaga en un solo pedido.
En 1933 fue nombrada la mujer mejor vestida del mundo por Chanel, Molyneux, Vionnet, Lelong y Lanvin, convirtiéndose en la primera americana en conseguirlo.
Nacho Ormaechea