En 1938, gracias a su amigo el escritor surrealista Benjamín Péret, Consuelo alquiló un taller en este lugar, en el que también tuvo un estudio el fotógrafo Robert Capa.
«Fue Benjamin Péret (…); este hombre de lucha y compromiso forma parte del grupo surrealista, está casado con una artista y pintora española. En el edificio donde se encontraba su taller, le indicó que había una: Creo poder alquilarlo a mi nombre para que lo ocupes. Y así Consuelo se instala en el 37 rue de Froidevaux, una especie de estudio espacioso con una gran galería (…). Cuando vuelve de Argelia, Antoine sabe inmediatamente donde encontrar a su mujer (…) la ve en su pequeño apartamento, llena de recursos vitales, pintando con rabia.»
Consuelo de Saint Exupéry. Une mariée vêtue de noirâ, de Marie-Hélène Carbonell y Martine Fransioli Martínez, p. 312