Cuando Albéniz llega a París en 1894 los salones literarios y artísticos están en pleno apogeo, es aquí donde Albéniz se introduce en el medio cultural y conoce a figuras, literarias como Pierre Louÿs o Camille Mauclair, y a músicos y compositores como Ravel, Debussy, Massenet y tantos otros.
Winnaretta Singer se caso con el principe Edmon de Polignac y abrieron sus salones de Paris en 1894, refugio de la música de vanguardia. Tras la muerte de su marido en 1901, la princesa de Polignac desarrolló una inestimable labor como benefactora y mecenas, siendo especialmente significativa su contribución en el terreno musical. Ella misma era pintora y una excelente música. El salón de música del palacete parisino acogió innumerables veladas musicales, escuchándose entre sus muros obras en muchas ocasiones interpretadas por primera vez. Este fue el caso del Tercer cuaderno de Iberia de Albéniz, que en 1908 estrenó la pianista Blanche Selva. Este cuaderno contenía El Albaicín, El polo y Lavapiés.
María Sanchez Lucas