Durante su tercera estancia en París, en 1911, Machado vuelve a coincidir con Rubén Darío, a quien ya había conocido en la capital francesa en 1902, y que vivía entonces en la rue Herschel.
«Rubén Darío, cuando nos conocimos, presentados uno al otro por nuestro compatriota Conteritas, vivía en la rue Herschel, casi al ángulo del Boul Mich de los estudiantes y a poco trecho de una Cremería Moderna del nº 127, donde comían todos los artistas sudamericanos a 0,90 céntimos el cubierto»
Augusto d’Halmar, Rubén Darío y los americanos de París