En el hotel L’Aiglon Buñuel residió durante sus primeros años en París y siempre que regresaba a la capital francesa durante su exilio en México. Su habitación favorita se encontraba en la quinta planta. Allí trabajó a menudo con su principal guionista, Jean-Claude Carríére. Buñuel pasaba largos ratos mirando la vista que se apreciaba desde el balcón: el cementerio de Montparnasse.
El cementerio, en el que están enterrados, entre otros, el pensador francés Jean-Paul Sartre, el escritor argentino Julio Cortázar o el general mexicano Porfirio Díaz, también era un lugar de paseo para el director de cine.
«Mi vida se organiza sencillamente: establecido en México venía todos los años a pasar unos meses en España y Francia para escribir el guion o el rodaje. Fiel a mis costumbres, me hospedaba en los mismos hoteles y frecuentaba los mismos cafés, los que quedaban del tiempo pasado».
«Regresé a París y a mi barrio de Montparnasse, al hotel “L’Aiglon”, con las ventanas de mi habitación dando al cementerio».
(Luis Buñuel y Jean Claude Carriére, Mi último suspiro).