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Teresa Cabarrús y Tallien eran asiduos del Gran Teatro, entonces llamado “Teatro de la República”. Ocupaban un palco principal. Teresa era una gran aficionada al género teatral y a la música, afición que le acompañaría toda su vida.
Su director, François Mayeur, autor teatral y poeta, les visitaba con frecuencia para obtener su beneplácito en la elección de los espectáculos que propagasen las ideas revolucionarias. Pronto entra a formar parte del círculo de amigos íntimos de la pareja. Tres veces por semana se representaban piezas patrióticas, una de ellas era gratuita para todo el público. El 30 de noviembre de 1793, la Comisión Militar arresta a todos los artistas del Gran Teatro ya que les consideraba culpables por haber gritado Viva el rey durante la representación de la obra La vida es un sueño.
De su cultura y espíritu Teresa Cabarrús ha recibido los mejores halagos, incluso tras romper con sus amantes: “Entre las mujeres que contribuyen a que los hombres más influyentes de su época se relacionen entre ellos y haga reaparecer la urbanidad y el espíritu de salón, nadie deslumbra más que Mme. Tallien”.OUVRARD, Gabriel-Julien, Mémoires de G.J. sur sa vie et ses diverses opérations financières, París, Moutardier, 1826, p.17.
