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Frida Kahlo dejó documentado su fugaz pero interesante viaje a París a través de una abundante y detallada correspondencia, con cartas de incluso diociocho páginas de extensión, y con telegramas que envió principalmente a su esposo, Diego Rivera, al biógrafo de Rivera, Bertram D. Wolfe, y a su amante, el fotógrafo neoyorkino, Nickolas Muray.
La antigua oficina de Correos del Louvre es la principal de la capital francesa y se encuentra muy cerca del hotel Regina en el que se alojó Frida.
«Bueno mi vida ya no puedo escribirte más largo pues se me cierra el correo de por aquí cerca y tengo que ir a dejar la carta para que salga en el Queen Mary mañana».
(Carta de Frida a Diego fechada en París, el 16 de marzo de 1939)
