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Las huellas de la cultura en español

Rue Boétie

Residencia de Picasso
Rue Boétie 23 | 75008 |

«Yo no soñaba con el amor, sino con la gloria, y sabía que el camino del éxito pasaba por París. Pero en 1927,48 París estaba lejos de Figueres; lejos, misterioso y grande. Llegué una mañana con mi hermana y mi tía, para tomarle la distancia y la medida, como un boxeador en un round de tanteo.

Primero descubrí Versalles (pero seguí prefiriendo El Escorial) y el polvoriento Museo Grévin. Mi confianza era mayor cada día, pero no avanzaba un solo paso. Necesitaba recibir la investidura del único parisiense que contaba a mis ojos: Pablo Picasso.

«Había preparado cuidadosamente mi entronización. Sabía que Picasso había visto ya en Barcelona una tela mía, una Muchacha de espaldas, y que le había gustado, puesto que había hablado de ella a su marchante, Paul Rosenberg, quien a su vez me había escrito para pedirme fotografías de mis obras. Yo había solicitado a un amigo de Lorca, pintor cubista, Manuel Ángel Ortiz, que me acompañara a su estudio. Desde mi llegada al número 23 de la rue La Boétie, supe enseguida que los dos botones de jade de sus ojos me habían reconocido. Yo era «el otro, el único capaz de darle la réplica». En verdad, ahora sé que el mundo era un poco pequeño para los dos. ¡Por fortuna, yo era joven!»

CONFESIONES tomo II, Página 377

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