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En estos largos años de exilio, Bergamín pasaba largas horas charlando con sus amigos en el Café de Flore que se convirtió en su cuartel general.
Se reunía habitualmente con sus amigos en el Café de Flore. Allí acudían, entre otros: la fotógrafa venezolana Fina Gómez, su amigo de muchos años, Claude Aveline, Pierre Emmanuel, Roselyne Chenu, Florence Delay, Joaquin Pacheco, Balthus, el Padre Bruckberger y todos los que pasaban por París con intención de verle.
El doctor José Luis Barros, amigo y médico de Bergamín, recuerda su primer encuentro allí: «De vez en cuando me acercaba a París para descansar o bucear en la atractiva cultura francesa. En una de esas cortas estancias parisinas asistí a una cita en el Café de Flore y allí vi por primera vez a José Bergamín, que padecía entonces su primer exilio político y que estaba con un pequeño grupo de españoles».
«Mis primeros pasos con el amigo y maestro José Bergamín». José Luis Barros. Homenaje a José Bergamín. Edición de Gonzalo Penalva. Biblioteca Básica Madrileña. 1997
