Saint Étienne-du-Mont era la iglesia preferida de Bergamín y el lugar donde se citaba, a veces, con María Zambrano. Allí reposan los restos de Jean Racine y de Blaise Pascal.
Allí acudía frecuentemente sobre todo a causa de la pequeña capilla situada detrás del coro.
«Allí, en la parte superior del altar, una estatua de la Virgen con el Niño, que tenía en la parte superior el nombre de Mater Misericordiae, mientras que al pie de dos columnas de la entrada de la capilla están los restos de Racine y el cuerpo de Blaise Pascal. Esta cohabitación encantaba a Bergamín hasta el punto de que, a raíz de su vuelta a España en 1958, le tuve que prometer volver allí, en su lugar, de vez en cuando».
«Le premier exil de José Bergamin à Paris» (1955/58). Roselyne Chenu en «José Bergamín et la France». Éd. Iván López Cabello et Yves Roullière. Université Paris Ouest Nanterre La Défense. 2011
«Yo he asistido con él a una de esas ceremonias que algunos juzgan interminables, el oficio de la vigilia Pascual. A este oficio yo he ido por mi cuenta y con diversas personas muchas veces, pero ese día estábamos solos, él y yo, en la Iglesia de Saint Étienne-du-Mont en París. No había nadie más. Y parecía que nosotros dos también estuviéramos encendiendo el fuego. Yo sentí que él lo encendía»
«Bergamín crucificado» María Zambrano. «Cahiers pour un temps». Centre George Pompidou. 1989