Tras la subida al poder de Adolf Hitler en 1933, los nazis inundan el mundo con propaganda. Francia trata de responder de la misma manera, y monta la estación Le Poste colonial, pronto convertida en Paris Mondial, bien conocida en España por Radio Paris.
Allí trabajó, en francés, Carpentier con Paul Deharme, pionero de la radio en Francia. Le escribe a su madre lo mucho que su jefe lo aprecia: Tiene el proyecto de dar tal amplitud al servicio del que me ocupo, que pronto me veré en un edificio con 40 dactilógrafas a mis órdenes.
Trabajaban con él, como actores, Antonin Artaud y Jean Louis Barrault. Montaron El libro de Cristóbal Colón, de Paul Claudel. Con Jacques Prévert y Robert Desnos llegaban a resultados semejantes a los de la escritura automática de los surrealistas.
Realizaban el programa Le Coq-â-l’ane sin ideas preconcebidas. Partían de una frase. Por ejemplo, llegaba Prévert y decía: Vamos a ver, ¿qué pasó con la ballena? Y durante media improvisaban sobre un cetáceo imaginario.
Ramón Chao