«Lo pasamos muy bien en París. No me canso de volver a recordar aquellos años. Me quedó tal ansia de volver a vivir en París en París que en 2001 – ya estaba casado con Lila, claro- alquilamos por seis meses un departamento en la rue Madame esquina con la rue de Rennes, en Saint-Germain. El apartamento había pertenecido al famoso grabador inglés Stanley William Hayter, un artista muy importante en el desarrollo de las técnicas del grabado. Lo que yo quería era muy simple: volver a salir temprano a comprar el baguette, tomar mi café con leche en un bol, pasear, moverme en metro; en resumen, vivir en París».
Fernando de Szyszlo, La vida sin dueño, pp.109, 110