Gangotena se instala en casa de su hermana Fanny Gangotena Fernández-Salvador cuando regresa a París como consejero cultural de la Embajada del Ecuador en 1936-37. Allí encontrará una verdadera vida de familia, y su sobrina, Monna-Claire Mouradian, lo llama «papa Alfredo», lo que demuestra su proximidad.
Mireille de Lassus