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Fue Henri Collet quien le dio una carta de presentación para que fuera a ver a Paul Dukas. Exactamente al número 84 de la rue de Ranelagh es donde Joaquín Rodrigo se dirige al poco de su llegada a París para ver si Paul Dukas le aceptaba en su clase de composición de «l’École Normal».
«Allá se presentó Rodrigo con su guía en una fría y lluviosa mañana de noviembre. Como en la mayoría de las casas del barrio había una portera (…). Cuando le estaban preguntando por el señor Paul Dukas, un señor bajito de pelo corto, con barba y bigote blancos, bien vestido y con paraguas se detuvo junto a ellos y les dijo que él era Paul Dukas. Rodrigo se quedó de piedra ¡El mismísimo Paul Dukas (…) El compositor les dijo que subieran a su casa un momento porque hacía mucho frío en el portal.»
Joaquín Rodrigo: Carlos Laredo Verdejo
«A pesar de estar en un barrio elegante, el piso del compositor no era lujoso. Era una casa vieja con una escalera angosta, de caracol. Su piso tampoco tenía ningún lujo. Había un cuartito de trabajo y en él un viejo piano, unas esterillas, una chimenea que no calentaba demasiado, muchas, muchas partituras y un gran número de libros»
Joaquín Rodrigo los músicos que conocí
