Página Principal

Las huellas de la cultura en español

Avenue Victor Hugo

Primera residencia de Paz en París
Avenue Victor Hugo 199 | 75016 |

En casa de los Paz (Octavio estaba entonces casado con la excelente escritora Elena Garro) en la avenida Víctor Hugo, ensayamos frenéticamente nuestros primeros mambos, con discos que sonaban estrepitosamente y disgustaban a los elegantes vecinos del barrio, y bebimos todo el vino que podían ofrecernos nuestros anfitriones. Inventamos juegos loquísimos y tuvimos inolvidables fiestas de disfraces, para las cuales Rufino Tamayo ofició alguna vez de maquillador. Blanca Varela inició aquí una amistad con Octavio Paz que duró hasta su muerte. Era una época curiosa. Ese año, el 49, Octavio Paz era tercer secretario de la embajada de México, Javier Pérez de Cuéllar era también tercer secretario de la Embajada de Perú.

Fernando Szyszlo en Fernando De Szyszlo Expone en París. En busca del cuadro perfecto, La República 29/02/2003

Con Octavio hicimos una amistad que duró 40, 45 años, porque hasta cuando Octavio se estaba muriendo me fui hasta México a despedirme de él. Era una persona excepcional. No ha habido en América Latina mucha gente como él. Su cultura, su sensibilidad, su lucidez, su olfato político, nunca se equivocó. Nunca fue estalinista, nunca fue fidelista. Todos nosotros nos movíamos por esos senderos de la izquierda y él siempre sabía exactamente lo que quería. Se peleaba con Neruda y una vez Neruda le abofeteó en México hace mil años. Felizmente, antes de que Neruda se muriera, cuando ya había cambiado su posición, se amistaron.

Fernando de Szyszlo, entrevista publicada por la revista Vallejo & CO 13/02/2014

Desde 1949, la amistad con Octavio Paz permite a Blanca Varela el acceso a un círculo de intelectuales españoles y latinoamericanos. Octavio Paz prologó su primer libro de poemas, en 1959, «Ese puerto existe» e incluso influyó en el título ya que la poeta tenía pensado titularlo Puerto Supe.

«Tuve la suerte de toparme durante aquel frío y oscuro invierno de un París de posguerra con una persona como Octavio Paz. Sin su ejemplo, jamás hubiera perseverado en mi empeño de escribir poesía, o tal vez hubiera pasado a su lado maltratándola, confundiéndola, traicionándola. Y en verdad no me estoy refiriendo en absoluto a los resultados, sino a la intención que se puede o debe tener frente a ella. Blanca Varela en Antes de escribir estas líneas. El libro originalmente se iba a llamar Puerto Supe, que es el título de uno de mis poemas. Pero Octavio me dijo: «Ese es un título muy feo». Yo le respondí: «Pero ese puerto existe». Entonces él dijo: «Ese es un buen nombre». De manera que se tituló así: Ese puerto existe»

Blanca Varela en entrevista «La poesía es una sola», en el suplemento «Domingo» del diario La República, Lima, el 15 de mayo de 1994

Progreso en ruta

Primera residencia de Paz en París