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Hubo que esperar hasta 1822 para que Burdeos tuviera su primer puente, debido a la importante anchura del río Garona (unos 500 metros). La obra fue construida a iniciativa de Napoleón Bonaparte a partir de 1810 para facilitar los movimientos de tropas hacia España.
El puente fue el escenario de una escena heroica protagonizada por Pablo Sánchez, un resistente republicano español, el 27 de agosto de 1944. Tras lograr desarmar las minas que los alemanes habían instalado debajo del puente, fue matado por una ráfaga de ametralladora. Se le considera el salvador del puente de piedra. Miles de bordeleses le acompañaron por su entierro. Para conmemorar su acto heroico, se puso una placa en su homenaje en el Quai Richelieu, 54.
“Ciudadanos de Burdeos, uno de nuestros valientes soldados ha caído a la vispera de la Liberación, cuando intentaba hacerse con el cañón que los invasores fascistas alemanes habían colocado en la plaza Bourgogne. La 24 División Española de francotiradores y Partisans (FFI) os invita a que acompañéis hasta su última morada a ese soldado de la libertad, caído lejos de su familia y de su país.” (octavilla publicada por las autoridades de la Resistencia en Burdeos)
