Página Principal

Las huellas de la cultura en español

Place du Parvis Notre-Dame

Notre Dame-Les bouquinistes
Place du Parvis Notre-Dame 6 | 75004 |

En sus largos años de exilio, una de las actividades favoritas de Bergamín era pasear a lo largo del Sena recorriendo los puestos de los bouquinistes comprando allí baratas ediciones antiguas de sus autores clásicos preferidos, no solamente para él, sino también para regalar a sus amigos.

Mientras esperaba el fin de su exilio, el pasatiempo favorito de Bergamín era pasear por las calles, los bistrós y las librerías de ocasión de París. Hizo de ello un arte en el que entrenaba a sus amigos compartiendo con ellos esos lugares.

Bajo el sol o bajo la lluvia, Bergamín era un andarín infatigable. Le gustaba particularmente el Barrio Latino, los quais (muelles) del Sena, la isla de San Luis. Solo o acompañado hacía interminables paseos siguiendo las huellas de Baudelaire, Nerval, Gautier, Hugo, Verlaine, Chopin o Heine. Y decía entonces: «He peregrinado».

(«El primer exilio de Bergamín en París. (1955-1958)», Roselyne Chenu en José Bergamín et la France)

Yo siempre lo fui: paseador solitario. Pero con amistades muy próximas. No puedo vivir sin amistad. La siento hasta en los árboles y los animales.

(Carta a José Franco y Beatriz Cort en Tras las huellas de un fantasma, Gonzalo Penalva)

Compraba en los puestos de los bouquinistes ediciones muy baratas de sus autores clásicos favoritos que luego, normalmente, regalaba a alguna de sus amigas. Como recuerda Florence Delay:

La generosidad de Bergamín era sin parangón. Llegaba siempre a mi casa con un regalo, un poema, un libro comprado en los bouquinistas, o uno de los suyos, a veces el último ejemplar que le quedaba. Compraba en los quais los libros que amaba y me acuerdo que a él le debo el descubrimiento de Marcel Schwob. Tenía una enorme admiración por El libro de Monelle.

(«Bergamín entre muses et meduses», mesa redonda en José Bergamín et la France)

Progreso en ruta

Notre Dame-Les bouquinistes