Durante la desaparición de Antoine, Consuelo vive en un minúsculo apartamento de Nueva York. En 1946, se embarca en un barco fletado especialmente para repatriar a franceses desde América y, el 4 de julio, llega a París.
Como su apartamento está ocupado, debe alojarse en hotel Palais d’Orsay, inaugurado en 1900 para hospedar a visitantes de la exposición universal.
Consuelo debía enfrentarse al trámite de la sucesión y otros asuntos que le pesaban demasiado así que, a finales de ese año, vuelvo a irse a Nueva York para inaugurar una de sus exposiciones.
Martine Martínez Fructuoso