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Le Train bleu, al que Buñuel solía ir solo, fue construido en el marco de las obras fastuosas para la Exposición Universal de París en 1900.
Es uno de los más lujosos restaurantes de principios del siglo XX existentes en París y ha contado a lo largo de su historia con clientes como Dalí, Brigitte Bardot, Jean Gabin, François Mitterrand y Coco Chanel, entre otros.
Lleva el nombre de un antiguo tren que recorría la Costa Azul hasta Italia y está considerado monumento histórico en Francia.
El emblemático y lujoso restaurante de la estación de ferrocarril París-Lyon, la gare de Lyon, al este de París, era uno de los lugares favoritos de Buñuel en París. Intentó en vano que fuera uno de los escenarios de su película Belle de jour.
«Cuando estoy en París, voy allí con bastante frecuencia, a veces solo. Almuerzo siempre en el mismo sitio, junto a los raíles. Aún hoy, muchos parisienses ignoran la existencia de este lugar, para mí uno de los más bellos del mundo».
«Me queda una pena a propósito de esta película (Belle de jour). Yo quería rodar la primera escena en el restaurante de la estación de Lyon, en París, pero el dueño del local se negó en redondo».
(Luis Buñuel y Jean Claude Carriére, Mi último suspiro).
