Fue uno de los bares favoritos de Gabriel García Márquez y Tachia Quintana, especialmente después de salir del Champo, porque estaba directamente enfrente del cine. («A veces me llamaba Mlle Chocolat, pues así me llamaba la patrona del bistrot La Chope Parisienne que a veces frecuentábamos»). También iba mucho en compañía de sus amigos colombianos.
«Lo encontramos por primera vez en un café del Barrio Latino llamado la Chope Parisienne. Enfundado en un abrigo de pelo de camello y hablando de Faulkner con una especie de suficiencia desdeñosa, nos pareció un tipo engreído. Era noche de Navidad. Estaba nevando. De pronto, al salir a la calle, aquel personaje, hirsuto como sus bigotes, sufrió una transformación insensata: nunca antes había visto la nieve, salvo en las tarjetas de Navidad. Inopinadamente, echó a correr. Echó a correr y a saltar, a saltar y a correr, gritando: “¡Nieve!”, con una expresión de júbilo delirante».
Plinio Apuleyo Mendoza, «García Márquez 18 años atrás» Triunfo, Madrid, 9 de marzo de 1974.