
Esta construcción desaforada tiene una gran significación en cuanto al destino de miles de exiliados republicanos en Burdeos. La base de submarinos o Betasom, como la llamaban los alemanes, fue construida a partir de 1941 y finalizada en 1943. En su construcción participaron unos tres mil trabajadores forzados españoles entregados por el Gobierno de Vichy a la Organización Todt, la cual se encargaba de llevar a cabo todas las construcciones de la llamada «Muralla del Atlántico». Cada día llegaban a la obra los presos españoles desde varios campos situados alrededor de la ciudad. El 14 de abril de 2012, se inauguró al lado del edificio un monumento en homenaje a aquellos españoles.
En la actualidad, la base de submarinos es un lugar singular dedicado a la cultura, con exposiciones y conciertos.
Pasaban los meses, también las estaciones, la base seguía subiendo. Había consumido trenes y más trenes de cemento y de armadura, montañas de arena y de grava. Con un techo de catorce metros de espesor, erguía su masa imponente. Aquí está y seguirá durante siglos, como las pirámides de Egipto.
(Carlos Ruiz García, Lettre à un ami, p. 92)