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Este imponente edificio empezó a construirse en 1889 y se finalizó en 1898, siendo uno de los mejores ejemplos de construcción metálica del siglo XIX. La vidriera que cubre a las vías del ferrocarril es la mayor de Europa.
Esta gigantesca estación de ferrocarril solía ser la primera visión de Burdeos que los miles de exiliados republicanos tuvieron de la ciudad de Burdeos conforme fueron llegando a partir de 1937. Baste evocar el episodio de los famosos “Niños de Morelia”, 454 hijos de familias republicanas a los que el presidente mexicano Lázaro Cárdenas aceptó acoger para ponerlos a salvo de la barbarie bélica.
El 7 de junio de 1937, salieron en tren desde la Estación de Francia de Barcelona con rumbo a Burdeos, para embarcarse a bordo del vapor Mexique con destino a Veracruz.
