Luis Mariano deja la coral Erresoïnka en 1938 y se encuentra con sus padres en Burdeos. Apasionado por el dibujo, ingresa en la Escuela de Bellas artes en la que estudia bajo la dirección del gran pintor Roganeau. Toda su vida conservará sus primeros dibujos.
«Ingresé en la Escuela de Bellas artes para seguir mis estudios. Los antiguos alumnos se portaron muy bien conmigo y hasta me ahorraron las bromas clásicas de iniciación que reservaban comúnmente «a los nuevos alumnos» (Luis Mariano, Mi vida y mis amores, Ediciones de París, 1954)