En esta dirección, en pleno Saint-Germain-des-Prés, Juan Goytisolo trabajó de asesor literario no sin recelo ante el esnobismo del mundillo literario, y gracias a este empleo encontró a su futura esposa, Monique Lange, así como a Jean Genet, en octubre de 1955.
«Después de esta visita a lo que considera como la mítica NRF (Nouvelle Revue Française), le invitan a una cena en la que conocerá a dos personas que, por rutas y medios distintos, tendrán una influencia honda y duradera sobre su destino: Monique Lange, que trabaja por aquel entonces en el servicio de traducción de Gallimard, y Jean Genet, el escritor y dramaturgo».
Revista Anthropos, 1985