Tras su salida del hospital, la pareja de Marcel Duchamp, Mary Reynolds, invitó a Frida a instalarse en su casa del sur de París. Frida califica a Duchamp como «una maravillosa persona» y es uno de los pocos artistas junto «al borracheras de Yves Tanguy» al que elogia profundamente. En la Casa Azul de México se conserva una reproducción de un cuadro de Duchamp así como una pintura que Tanguy le dedicó a Frida.
«Viviendo con Marcel Duchamp maravillosas gentes dirección 14 rue halle»
(Telegrama de Frida enviado a Diego fechado en París, el 22 febrero de 1939)
«Hace cinco días que dejé el hospital y me siento mucho mejor y espero estar bien en unos pocos días. No volví al hotel porque no podía estar sola. Mary Reynolds, una maravillosa mujer americana que vive con Marcel Duchamp, me invitó a quedarme en su casa y acepté encantada porque realmente es una persona encantadora y no tiene nada que ver con los apestosos artistas del grupo de Breton. Ella es muy agradable conmigo y me cuida maravillosamente».
(Carta de Frida a Nickolas Muray fechada en París, el 27 febrero de 1939)