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Durante muchos años, Max Aub no puede volver a París ya que las Autoridades Francesas le deniegan el visado de estancia. Quizás sea por eso que Aub escribe una novela en la que inventa la vida y obra de un pintor imaginario, Jusep Torres Campalans, y lo hace vivir en París a principios del siglo XX.
Según su creador, Campalans se instala primero en el 117 de la rue Rambuteau, una de las varias direcciones donde ese alter ego ficticio comparte vida y trabajos artísticos con los artistas de todo el planeta llegados a la capital francesa para vivir «los años Montparnasse». Se puede hacer un bonito paseo parisino sólo con las numerosas direcciones de vida y actividades de Campalans indicadas en el libro:
«La vida de Jusep Torres Campalans, en París, podría subdividirse capitularse, como no se dice- según sus alojamientos: 117 rue Rambuteau; 168 boulevard de Clichy; 48 rue Caulaincourt; 16 place Dancourt (menos la de la calle Dancourt, todas esas casas han desaparecido)».
«En la rue Rambuteau conoció París metódicamente, trabajó en Les Halles, pintó de noche con malas tintas, dio con Ana María Merkel, descubrió a Gauguin y a los fauves. Durante los días del boulevard Clichy reanudó su devoción por Picasso»
Max Aub, Jusep Torres Campalans
