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Las entonces denominadas calles de la Grande Taupe y de la Petite Taupe, acogieron a españoles anónimos e ilustres de rentas más modestas que las de sus vecinos de Fossés de l’Intendance. Funcionarios, como el Administrador de Aragón, Pereira de Lira, la Marquesa de Legarda o la Condesa de Berberana, estaban entre ellos.
En el nº 79 de la calle Grande Taupe, vivía discretamente un Virrey: el Duque de Santa Fe, Miguel José de Azanza. El que fuera Virrey de Nueva España, Ministro de Finanzas y diplomático en varias legaciones europeas, murió en Burdeos, con sus rentas mermadas, un 10 de junio del año 1826.
