Los soldados montaron las tiendas de campañas en el Bosque de Bolonia, donde pudieron descansar, celebrar y recibir a los cientos de parisinos que se acercaban. El primer día de acampada llegó a visitarlos Victoria Kent. La abogada, política y escritora estuvo en la embajada de la República española ocupándose de las evacuaciones de los niños de la guerra de España.
«El descanso anunciado de tres o cuatro días se prolongó durante más de una decena de días. Días que dejaron recuerdos memorables: los recuerdos de las delicias de Capua, que era como los soldados llamaban al bosque de Bolonia. Los soldados descansan y se distraen.
Sus acantonamientos son invadidos por chicas encantadoras con vestidos claros y pelo al viento que se instalan por todas partes, en los vehículos, dentro de las tiendas de campaña».
«Al campamento no paraba de llegar gente a visitarnos. Sobre todo mujeres. Todas guapísimas. Muy curiosas y alegres. Nosotros jugábamos a héroes con ellas y ellas jugaban a admirarnos».
«La liberación de Paris», Capitán Dronne, p. 336