
Aquella antigua fortaleza edificada en el siglo XV se ubica en lo que es hoy en día la Escuela de Jueces y Fiscales. Fue utilizada durante la ocupación alemana como cárcel destinada a los opositores políticos y a los resistentes. Por lo tanto, muchos españoles republicanos pasaron por sus celdas y tuvieron que sufrir malos tratos.
Una mañana, lo llamaron [a mi amigo Ribas] a la oficina y ya no volvió. La policía se lo llevó a él y a unos otros, entre los cuales estaba nuestro amigo Pedro. […] Supimos que los tenían encerrados en el Fort du Hâ, en Burdeos. Ahí era donde los rehenes pagaban con su vida cuando la Resistencia organizaba algún atentado o sabotaje.
(Carlos Ruiz García, Lettre à un ami, p. 93)